Red Auerbach, el padre de la gran dinastía de los Celtics, solía decir “you can’t teach height”: no puedes enseñar a un jugador a ser alto. Y así justificaba muchas de sus elecciones en las noches de draft. Su imperio, no hay que olvidarlo, se construyó sobre los hombros de Bill Russell. Y según ese principio, los Jazz apostaron en 1982 por Mark Eaton, un pívot de 2,24 que jugó en la franquicia hasta 1993, toda su carrera NBA, y tiene el número 53 retirado en Salt Lake City. Hoy ha fallecido, a los 64 años y parece que tras sufrir un accidente cuando montaba en bicicleta. Todavía no se conocen más detalles de la investigación.
Eaton era uno de los diez más altos que ha pisado la NBA y, sobre todo, era un intimidador extraordinario: tiene el récord de tapones en una temporada, 456 en la 1984-85. La anterior marca, que pulverizó, eran los 393 de Elmore Smith en la 1973-74, la primera en la que se contó esta estadística (faltan datos de los Russell, Wilt Chamberlain… y cuatro años NBA de Kareem Abdul-Jabbar). En ese curso 84-85, su media fue de 5,56 por los 2,68 del segundo, Hakeem Olajuwon. En el total de su carrera puso 3.064 tapones y era uno de los cinco en el club de los 3.000: 2.850 de Olajuwon, 3.289 de Dikembe Mutombo, 2.189 de Kareem (sin esos cuatro años), sus 3.064 y 3.020 de Tim Duncan.
Jugó 875 partidos, todos con los Jazz y hasta que las lesiones de espalda y rodilla le hicieron parar. Y promedió en su carrera 6 puntos, 7,9 rebotes y 3,5 tapones, dato en el que es líder por delante de Manute Bol (3,34) y Olajuwon (3,09). Fue dos veces Defensor del Año, el primer pívot en ganar un premio después dominado por los jugadores de su posición: 1985 y 1989. En la se-gunda de esas temporadas fue all star y en la primera sus medias fueron de 9,7 puntos, 11,3 rebotes y 5,6 tapones.
Californiano de nacimiento, se frustraba en la universidad porque se empeñaba en hacer cosas que no estaban a su alcance. El mismísimo Wilt Chamberlain le explicó que tenía que centrarse en intimidar, rebotear y dar el balón rápido a los guards más productivos. Así hizo una gran carrera tras llegar a la NBA desde la cuarta ronda del draft de 1982 (pick 72), y así se convirtió en uno de los grandes pívots defensivos de la historia. Después de retirarse, trabajó como comentarista en partidos de los Jazz y la Universidad de Utah, tenía restaurantes y trabajaba, también en labores de motivador, con jóvenes en riesgo de exclusión.
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