El verdadero caos, denunciaron ayer los padres de los niños hospitalizados en el Pediátrico Agustín Zubillaga de Barquisimeto, cuyo déficit de enfermeras obligó a la fusión de las áreas y limitando la atención primaria de entre una o dos enfermeras por turno.
Padres de pacientes oncológicos fueron los primeros en alzar su voz. Explicaron que los niños recibieron sus ciclos de quimioterapias durante la mañana, pero algunos estaban sin hidratación, pues no habían sido atendidos por falta de enfermeras. Eran alrededor de 17 niños a quienes sólo le notificaban que posiblemente tendrían atención en horas de la noche.
Y es que el lote total de enfermeras se ubica en 173, cuando la plantilla inicial fue de 680, según precisa Elda Jiménez, presidenta del Colegio de Enfermeras en Lara. Una situación que las obliga a prácticamente fusionar servicios, porque el área de aislamiento debe prestar apoyo a emergencias. Esto implica que alrededor de 15 pacientes quedan con una sola profesional, mientras Emergencias llegaría a dos, cuando para garantizar una atención a tiempo este espacio debería contar con al menos ocho por turnos.
La situación es tan grave que al grito desesperado de la madre Yarianny Mendoza con su hijo recluido para quimioterapias por leucemia, se une la desesperación del gremio al recordar que han insistido para reunirse con la autoridad regional de Salud, pero no han tenido respuestas. De allí, que Jiménez junto al cuerpo de profesionales tiene previsto llevar el caso ante una fiscalía competente en derechos humanos.
Les preocupa que en el servicio de Atención Médico Infantil (AMI) se evidencia una explotación del personal, cuando a una enfermera le puede corresponder una guardia de hasta 50 niños. Un desgaste físico que también puede tener las implicaciones legales, cuando los padres denuncian falta de atención y la responsabilidad recae directamente en enfermería, por tratarse del equipo que directamente debe velar por la vigilancia y cuidado de los pacientes.
Otro punto de interés es la solicitud de un incentivo de $50 mensuales, porque el sueldo base va desde Bs. 15 millones, lo que resulta insignificante en la crisis del país. El gremio también necesita que el beneficio de la bolsa de alimentos y proteíco sea entregado en cada quincena, porque a veces tiene un retraso de hasta 3 meses y este sea para la totalidad del personal.
LA PRENSA DE LARA