En Caracas, el Ministerio de Interior solicitó retirar nacionalidad a Yon Goicochea, acusándolo de cooperar con fuerzas extranjeras para invadir militarmente Venezuela.
La petición fue presentada ante el Tribunal Supremo de Justicia. El comunicado oficial denuncia llamados públicos del dirigente a exterminar cuerpos de seguridad y ocupar el país.
Según el texto, Goicochea instó a perseguir funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, lo que constituye una grave violación a la soberanía nacional.
Solicitan al TSJ retirar nacionalidad a Yon Goicochea por cooperar con fuerzas extranjeras
La Cancillería y el Saime tomarán medidas administrativas para eliminar todo documento que lo identifique como ciudadano venezolano, según lo establece la Constitución.
El artículo 130 exige honrar la patria. Por ello, el gobierno considera que Goicochea incumplió deberes fundamentales al promover acciones militares extranjeras.
Diversos sectores políticos reaccionaron ante la solicitud de retirar nacionalidad a Yon Goicochea. Algunos la califican como necesaria, mientras otros advierten sobre posibles implicaciones en derechos civiles.
Goicochea, dirigente opositor, no ha emitido declaraciones recientes. Sin embargo, sus publicaciones anteriores han sido citadas como evidencia por las autoridades.
La medida genera debate en redes sociales. Ciudadanos expresan preocupación por el precedente que podría sentar en casos similares de disidencia política.
Expertos constitucionales analizan si retirar nacionalidad a Goicochea podría vulnerar tratados internacionales sobre apatridia y derechos humanos.
Mientras tanto, el TSJ estudia el caso. Se espera una decisión en los próximos días, que podría marcar un hito jurídico en Venezuela.
El contexto político sigue tenso. La relación entre gobierno y oposición se ha deteriorado, y este caso añade una nueva capa de conflicto.
Retirar nacionalidad a Yon Goicochea no solo implica consecuencias legales, sino también simbólicas, en medio de una lucha por legitimidad institucional.
Es momento de reflexionar sobre los límites del discurso político. La soberanía debe protegerse, pero también deben garantizarse los derechos fundamentales.





