El Gobierno venezolano anunció la cancelación inmediata de contratos energéticos con Trinidad y Tobago. Además, acusó a ese país de participar directamente en el robo petrolero contra Venezuela.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez aseguró que existen pruebas contundentes. Asimismo, afirmó que la administración detectó la implicación del gobierno caribeño en operaciones vinculadas al robo petrolero, generando tensiones diplomáticas crecientes.
El presidente Nicolás Maduro denunció la incautación de un buque con 1.900.000 barriles de crudo. Por consiguiente, señaló que este acto constituye una violación grave del derecho internacional.
Las autoridades venezolanas sostienen que la primera ministra Kamla Persad-Bissessar mantiene una agenda hostil. Igualmente, acusan la instalación de radares militares estadounidenses para vigilar embarcaciones venezolanas en aguas internacionales.
Robo petrolero y ruptura energética
El comunicado oficial describe a Trinidad y Tobago como plataforma estratégica estadounidense. Además, acusa a su gobierno de facilitar acciones que vulneran la libre navegación y el comercio internacional, afectando directamente a Venezuela. robo petrolero
Ante esta situación, Caracas decidió extinguir cualquier acuerdo energético vigente. Por lo tanto, subrayó que la medida busca proteger recursos nacionales y garantizar la defensa de la soberanía venezolana frente a agresiones externas.
La ruptura energética marca un giro en las relaciones bilaterales. Asimismo, ambos países mantenían cooperación en materia de gas natural desde hace más de una década, ahora interrumpida abruptamente. robo petrolero
Expertos regionales advierten que la decisión podría impactar la estabilidad energética del Caribe. Además, señalan que aumentará la incertidumbre sobre futuros proyectos de integración y suministro compartido en la región.
El gobierno venezolano reiteró que no permitirá agresiones externas. Igualmente, aseguró que la defensa de sus recursos frente al robo petrolero constituye un principio irrenunciable de política nacional.
Finalmente, Caracas reafirmó que la cancelación de contratos busca enviar un mensaje claro. Por ende, Venezuela no tolerará acciones que comprometan su desarrollo ni su soberanía energética en el futuro inmediato.





