Venezuela condenó a través de un comunicado el desarrollo de la «Conferencia de donantes para la migración venezolana», organizada por Canadá, y exigió el cese de los actos de agresión política, económica y comunicacional en contra del país.
Así lo dio a conocer el canciller de la República, Jorge Arreaza, quien catalogó el hecho como una farsa mediática, y destacó que no se conoce el destino de los fondos anunciados y «supuestamente recaudados, en los últimos dos años para ese fin».
«Venezuela condena con indignación el desarrollo, en su nombre, de una nueva edición de la farsa mediática: ´Conferencia de donantes para la migración venezolana´, y exige el cese de los actos de agresión política, económica y comunicacional contra nuestro país», escribió el canciller en su cuenta de la red social Twitter.
Señaló que esta convocatoria es un vestigio de la fracasada política injerencista de máxima presión e intento de golpe de Estado en Venezuela, promovida por la administración Trump, acompañada por sus satélites más carnales desde el año 2018.
A continuación el comunicado íntegro
La sociedad venezolana observa hoy con indignación el desarrollo, en su nombre, de una nueva edición de la farsa mediática denominada «conferencia de donantes para la migración venezolana, sin que se conozca el destino de los cuantiosos fondos anunciados, y supuestamente recaudados, en los últimos dos años destinados para ese fin.
Se trata de una convocatoria inercial, vestigio de la fracasada política injerencista de máxima presión e intento de golpe de Estado en Venezuela, promovida por la administración Trump, acompañada por sus satélites más carnales desde el año 2018. Hoy, autoridades de España, Canadá, la Unión europea y agencias de la ONU, bajo el estricto guion de Washington, exhiben una cínica lectura de la situación de las personas migrantes de origen venezolano, omitiendo escandalosamente, tanto las causas vinculadas a la imposición de un bloqueo criminal a través de sanciones ilegales, hasta las situaciones de discriminación y explotación a las que son sometidas ciudadanos venezolanos en muchos países del continente, ante la mirada indolente de gobiernos, que lejos de garantizar sus derechos humanos, toleran y hasta promueven manifestaciones xenofóbicas.
El mundo es testigo de una burda operación de propaganda política anti venezolana, que resulta además altamente rentable, a tenor de las propias declaraciones de los organizadores, que admiten haber recaudado hasta hoy, la nada despreciable suma de dos mil ochocientos millones de dólares, de cuyo destino, es necesario reitera, se sabe poco o nada. Cabe destacar que las agencias de Naciones Unidas especializadas en materia migratoria y sus socios, se frotan las manos con la expectativa de contar con este jugoso presupuesto paralelo, fruto del sufrimiento de seres humanos inocentes.
Valiéndose de una retórica estigmatizadora, que califica de «refugiados» a la totalidad de las personas migrantes de origen venezolano, ensamblan una fachada para justificar sus opacas operaciones financieras de supuesta salvación y exhiben una hipócrita compasión narrativa, a pesar de que varios de los países «donantes» son emisores históricos de migrantes, o bien han promovido fenómenos migratorios a través de acciones de guerra y desestabilización en países del sur, e incluso algunos violan a diario los derechos de migrantes que llegan a sus costas, o prefieren simplemente dejarlos morir a la deriva en el Mar Mediterráneo.
Los organizadores y participantes de tan sesgado encuentro, no se permiten una sola referencia a las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, causantes de la crisis económica venezolana que empuja a grupos humanos hacia la experiencia de la migración, ni mucho menos hacen mención alguna a los cuantiosos fondos propiedad del pueblo venezolano, que son ilegalmente retenidos en bancos en territorio de esos mismo países, cuya cuantía supera con creces los montos recaudados por estas conferencias de donantes y que de estar disponibles para el Estado venezolano, serían de inmensa utilidad para la protección del pueblo y la reactivación de la economía nacional.
La República Bolivariana de Venezuela condena el cinismo de esta caricaturesca convocatoria y exige a los gobiernos y organizaciones que participan en la tan evidente farsa, que cesen sus actos de agresión política, económica y comunicacional contra Venezuela, liberen los fondos y activos venezolanos y levanten el ignominioso bloqueo financiero y comercial que ellos mismos promueven o facilitan, contra la economía, la estabilidad y la paz del pueblo venezolano.
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