El cierre del gobierno ha comenzado a afectar seriamente las operaciones aéreas en Estados Unidos, generando retrasos y escasez de personal en terminales clave. Durante seis horas, el Aeropuerto de Burbank operó sin controladores, mientras un equipo en San Diego asumía las comunicaciones con los pilotos.
La FAA confirmó demoras promedio de 151 minutos en Burbank, además de complicaciones en Newark y Denver por falta de personal especializado. Aunque las operaciones continúan, se recomienda a los pasajeros verificar con sus aerolíneas antes de llegar a los aeropuertos afectados.
«¡Gracias @realDonadlTrump!», escribió el gobernador en X. «El aeropuerto de Burbank tiene CERO controlares de tráfico desde las 4:15 pm hasta las 10 pm hoy por TU cierre del gobierno», agregó el mandatario demócrata.
El gobernador Gavin Newsom denunció la situación en redes sociales, responsabilizando directamente al presidente por el cierre del gobierno. Mientras tanto, el Congreso sigue sin alcanzar acuerdos sobre el presupuesto federal, prolongando la crisis administrativa.
Un vocero del Aeropuerto de Burbank informó a la AFP que «las operaciones continúan en el terminal».
«Le aconsejamos a los pasajeros que chequeen con sus aerolíneas antes de llegar al aeropuerto para tener informaciones recientes sobre posibles atrasos o cancelaciones».
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que la presión sobre los controladores aéreos se ha intensificado en los últimos días. Según el sindicato de controladores, el cierre del gobierno ha provocado ausencias por enfermedad en varios aeropuertos.
La FAA ha reducido despegues y aterrizajes para evitar que los controladores se vean desbordados, lo que genera más retrasos por el cierre del gobierno. Durante el último cierre prolongado, también se registraron demoras generalizadas en vuelos por escasez de personal.
Los demócratas exigen revertir recortes sanitarios antes de aprobar el presupuesto, mientras millones podrían perder cobertura médica.
La Oficina Presupuestaria del Congreso estima que la nueva ley dejaría sin seguro a 11 millones de ciudadanos. Este nuevo cierre del gobierno amenaza con paralizar más servicios esenciales si no se alcanza pronto una solución legislativa.
AFP/EFE/RDN