El colesterol es una sustancia esencial para el cuerpo, pero cuando sus niveles en sangre son elevados, puede tener graves consecuencias para la salud cardiovascular. El exceso de colesterol LDL, también conocido como «colesterol malo», es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades como la aterosclerosis, que ocurre cuando se forman placas en las arterias, obstruyendo el flujo de sangre y aumentando el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular.
¿Cómo se mide el colesterol?
Para medir los niveles de colesterol en el cuerpo, se realiza un análisis de sangre conocido como perfil lipídico. Este examen mide el colesterol total, el colesterol LDL, el HDL (o «colesterol bueno») y los triglicéridos. Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) son responsables de eliminar el exceso de colesterol, evitando que se deposite en las arterias, mientras que las lipoproteínas de baja densidad (LDL) tienden a acumularlo en las paredes arteriales, lo que puede llevar a enfermedades cardiovasculares.
Según Alberto Lorenzatti, médico especialista en lípidos, codirector del Instituto Médico DAMIC y ex jefe de Cardiología del Hospital Córdoba, los niveles ideales de colesterol varían de una persona a otra según su riesgo cardiovascular. En personas con bajo riesgo, se busca que el LDL esté por debajo de los 116 mg/dL, pero en aquellos con alto riesgo o antecedentes de problemas cardíacos, el valor recomendado puede ser mucho más bajo, incluso por debajo de los 55 mg/dL. Este enfoque personalizado en la medición y tratamiento del colesterol es clave para la prevención de enfermedades.
¿Cuál es el mejor tratamiento para reducir el colesterol?
El tratamiento para reducir el colesterol depende de diversos factores, incluidos los antecedentes familiares, la edad y el estado de salud general de la persona. Los expertos coinciden en que, además de llevar un estilo de vida saludable, que incluye una dieta equilibrada y ejercicio regular, es fundamental contar con tratamiento farmacológico en muchos casos.
Uno de los medicamentos más utilizados para reducir el colesterol son las estatinas, que actúan inhibiendo una enzima en el hígado responsable de la producción de colesterol. Según los especialistas, este grupo de fármacos ha transformado el tratamiento del colesterol alto, reduciendo significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares graves como infartos y accidentes cerebrovasculares. Además, en personas con antecedentes familiares de hipercolesterolemia, las estatinas pueden ser clave para evitar enfermedades coronarias prematuras.
¿Cómo prevenir los niveles altos de colesterol?
Si bien el tratamiento farmacológico es eficaz, la prevención sigue siendo la mejor herramienta para mantener el colesterol bajo control. Adoptar hábitos de vida saludables, como una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y grasas saludables, junto con la reducción del consumo de alcohol y tabaco, puede ayudar a mantener los niveles de colesterol en rangos óptimos.
El ejercicio regular también es de suma importancia, ya que mejora los niveles de HDL y ayuda a reducir los niveles de LDL. Mantener un peso saludable y reducir el estrés son otros factores importantes para prevenir el colesterol alto y, con ello, las enfermedades cardiovasculares.