La zona de paz en peligro se ha convertido en el foco de atención internacional tras la solicitud urgente de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU. El gobierno de Nicolás Maduro denunció una escalada militar por parte de Estados Unidos en el Caribe, que incluye destructores misilísticos, aviones de combate, tropas élite y un submarino nuclear. Esta situación, según Caracas, representa una amenaza directa a la estabilidad regional.
China y Rusia respaldaron la petición venezolana, lo que refuerza el peso diplomático del reclamo. La reunión de emergencia se celebrará este viernes en Nueva York, con el objetivo de evaluar si existe una amenaza real para la paz y emitir recomendaciones que frenen posibles agresiones. La zona de paz en peligro preocupa a varios países latinoamericanos.
En las últimas semanas, fuerzas estadounidenses han destruido embarcaciones de presuntos narcotraficantes, dejando 21 muertos. Venezuela considera estas acciones como ejecuciones extrajudiciales en altamar y es un alerta de que la paz está en peligro. Trump, por su parte, celebró los ataques como “exitosos”, afirmando que “no hay más botes” en la zona.
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Ante lo que considera una amenaza de invasión, Maduro ordenó ejercicios militares permanentes y convocó a la población a unirse a la reserva. Medios cercanos al poder estadounidense advierten sobre posibles ataques inminentes contra Venezuela, y es por ello, que la zona de paz en peligro se menciona en la carta enviada por el embajador Samuel Moncada a la ONU.
Además, el gobierno venezolano denunció un supuesto plan para colocar explosivos en la embajada estadounidense en Caracas, atribuido a exmilitares venezolanos radicados en EE.UU. Maduro también pidió ayuda al papa León XIV para preservar la paz.
Juristas han cuestionado la legalidad de las operaciones militares estadounidenses, señalando que carecen de marco jurídico. El Pentágono, sin embargo, presentó un informe al Congreso para justificar las acciones como parte de un conflicto armado contra el narcotráfico. Venezuela reitera que la zona de paz está en peligro, por lo que sigue siendo el eje del debate internacional.
