Como un acto de amor, el oficial Alfonso Segundo Hernández Torres le prometió a su hija que en su cumpleaños número 15 llegaría a su fiesta escoltada por sus compañeros de armas con funciones de motorizados, servicio al cual él pertenecía.
Lamentablemente, la vida de Segundo Hernández se vio segada debido a un accidente, pero la hermandad dentro del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (CPBEZ) permitió que esta promesa se cumpliera.
Así, Mariangely Saray Hernández Pírela llegó a su fiesta escoltada por los compañeros de su papá, con quienes bailó el vals y agradeció su compañía.