Por primera vez en Argentina, específicamente, en Córdoba, la Justicia recibió una denuncia porque un estudiante secundario editó imágenes pornográficas con inteligencia artificial (IA) y le puso la cara de sus compañeras a los cuerpos de los adultos. La presentación la hizo el padre de una de las adolescentes, ya que los videos fueron divulgados en sitios de contenido pornográfico.
La denuncia fue realizada ante el fiscal Juan Ávila Echenique, quien investiga delitos contra la integridad sexual. Sin embargo, se encontró con limitaciones legales debido a que las víctimas son menores. Por eso derivó el caso a una unidad judicial contravencional de género, ya que desde el ámbito penal no se puede tomar ninguna acción.
La presentación la realizó el padre de una de las chicas cuyo rostro fue incluido en el material pornográfico que se divulgó; las “víctimas” serían varias, todas compañeras en el curso de un colegio secundario de Córdoba. El nombre de la institución no trascendió.
La difusión del caso reactualizó el debate sobre si debe haber regulaciones o no en el uso de la IA. A finales del año pasado, la directora general de la Unesco Audrey Azolay planteó que la herramienta puede ser una tremenda oportunidad para el desarrollo humano, pero también puede causar daños y prejuicios. “No puede integrarse en la educación sin el compromiso público y sin las salvaguardias y regulaciones necesarias por parte de los gobiernos”, dijo.
El organismo, por ejemplo, propicia que la IA no sea utilizada por menores de 13 años. Quien habría realizado los videos en Córdoba es menor de 18 años, pero mayor de 13, según indicaron al diario LA NACION fuentes judiciales. “No debe integrarse en la educación sin el compromiso del público y sin garantías y reglas gubernamentales sólidas”, añadió Azoulay.
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