Tras la abrumadora victoria, Blake no ocultó su deseo de poder glorificar a Dios por haberle concedido el título a su equipo, lo que le trajo a todos una alegría inmensa.
“Alegría… una alegría abrumadora. Dios es absolutamente bueno”, le respondió Treinen al reportero de FOX Sports, Robert Flores.
“Tengo que agradecerle a mi Señor y Salvador Jesucristo por este momento, hombre. Es mucho trabajo duro por lo que he pasado… Este momento es una gran bendición”, añadió.
Para el lanzador, Dios siempre está presente en sus pensamientos, incluso en este importante acontecimiento, como le contestó al reportero sobre sus impresiones tras el último out que le concedió la victoria a los Dodgers.
“Dios, honestamente. Todo lo que he pasado, es tan bueno estar aquí y tener esta plataforma”, aseguró.
A lo largo de su carrera, Treinen ha compartido abiertamente sus desafíos en el béisbol, desde cortes y lesiones hasta su fe cristiana. También defendió los valores cristianos cuando los Dodgers enfrentaron críticas por eventos como la Noche del Orgullo LGBTQ+.
Durante el juego crucial, el manager Roberts mostró confianza en Treinen, a pesar de los problemas durante la octava entrada. En su adolescencia, tuvo dificultades para poder conseguir contrato, pero un consejo de un capellán con el verso bíblico Proverbios 3:5-6, dice que le cambió la vida, y decidió incluirlo en todo.
“Decidí confiar en Dios y no en mi propio entendimiento”, escribió Treinen en FaithDrivenAthlete.org.
“Desarrollé mi propia relación con Jesús y sabía que solo él sería mi camino hacia la salvación”, agregó detallando que siempre que puede, en sus autógrafos incluye ese verso para que sus seguidores puedan tener una relación con Cristo.
Treinen ha aprendido del béisbol a no limitar el poder de Dios ya tener grandes sueños. De la Biblia, ha descubierto que Dios elige a personas improbables para cumplir sus propósitos y escribir historias asombrosas. Como “embajador de Cristo”, Treinen se encuentra respaldado entre otros cristianos en los Dodgers, incluidos Clayton Kershaw, Michael Kopech y Freddie Freeman.
Freeman, nombrado MVP de la Serie Mundial, enfrentó lesiones y pausó su temporada este verano debido a la hospitalización de su hijo Max, quien luchaba contra un trastorno neurológico raro. Agradeció el apoyo de su “familia basada en la fe” durante la recuperación de Max.
Durante la serie, donde conectó cuatro jonrones, incluyendo un grand slam decisivo, Freeman afirmó que Dios está en control y que su fe es fundamental en su vida, como expresó en una entrevista con CBN Sports durante el Juego de las Estrellas.
“Una gran parte de lo que soy y de lo que quiero transmitir a otras personas y tratar de ser para mis hijos, guiarlos por ese camino también. Eso es simplemente lo que soy. Cristo significa mucho para mí”, finalizó.