Hace seis meses el Gobierno reimpulsó una propuesta para automatizar el pago y cobro del pasaje a través de la aplicación VeTicket, anclada al monedero de la plataforma del sistema Patria. Pero como ocurrió con planes similares promovidos por el oficialismo, el proyecto no logró afianzarse entre los pasajeros y aún genera desconfianza y dudas entre los transportistas.
“En esta unidad puedes pagar tu pasaje con el bolívar digital”, se lee en una calcomanía rectangular de color azul que desde hace meses exhiben autobuses y jeeps que prestan servicio de transporte público en la ciudad. El mismo adhesivo invita al usuario a descargar y usar su código QR y asegura que con el sistema VeTicket, Venezuela avanza a la economía “100 % digital”.
Sin embargo, el usuario promedio que hace fila para abordar las unidades de transporte apenas si se percata del cartel. Desconocen de qué se trata o no sienten gran interés para migrar a esta alternativa.
El anuncio oficial más reciente para automatizar el pago y cobro del pasaje en el transporte público superficial se hizo hace seis meses. El presidente Nicolás Maduro indicó entonces que uno de los sistemas sería el VeTicket, vinculado a la plataforma Patria. Pero, como iniciativas similares, esta aún no ha calado del todo en la población ni en los transportistas, pese a que voceros oficiales afirman lo contrario.
Aunque los usuarios calificaron de positiva la propuesta, la mayoría confesó que aún tiene dudas sobre cómo usar el sistema. Los transportistas manifestaron sentir desconfianza sobre cómo el dinero del pasaje llegará oportunamente a sus bolsillos; les preocupa que no todos tienen teléfonos inteligentes y que emplear la aplicación requiere de Internet, en un país con una conectividad muy inestable. Otros choferes consultados dijeron que solo se registraron en la plataforma y pegaron la calcomanía en sus unidades porque les indicaron que era lo necesario para acceder al combustible subsidiado.
Aún cuando la propaganda sobre el plan continúa circulando en redes sociales y medios oficiales, a la fecha de esta publicación no se ha difundido información certera sobre los resultados del plan piloto que se anunció, ni la cantidad de choferes registrados en la plataforma o el alcance que ha tenido este plan en la ciudadanía.
Realizar inversiones para optimizar el transporte público es una de las acciones para lograr la seguridad y sostenibilidad de las ciudades, que es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que se espera que los países del mundo alcancen para el 2030. En América Latina gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y México, entre otros, han logrado implementar con éxito sistemas de automatización de los pagos, que incluyen ventajas como la integración de distintos sistemas tarifarios.
Para este reportaje, Crónica.Uno solicitó hace dos meses entrevistas formales con el ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayan, y el director de la Fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur), José Pastor Chacón Gómez, para obtener más información sobre los resultados de la ejecución del sistema VeTicket. A estas solicitudes se les realizó seguimiento vía telefónica, sin embargo, al momento de esta publicación no se obtuvo respuesta.
La promesa de la economía digital
Durante una reunión entre las autoridades del transporte y el Bloque Bolivariano de Transportistas, en enero de 2020, ya se había planteado “consolidar el cobro de pasaje digital a través del carnet de la Patria”.
Un año más tarde, el mandatario Maduro prometió que en 2021 afianzaría la economía digital en Venezuela, con miras a fortalecer la moneda nacional y beneficiar el crecimiento del comercio a través del uso de la tecnología y las transacciones electrónicas. Como parte de esa política, meses después presentó un plan de automatización del pasaje estudiantil al que bautizó como VeTicket, afiliado al sistema Patria, que en principio estaba destinado al pago de la tarifa del Metro de Caracas.
Voceros oficiales explicaron después que el uso del VeTicket también aplicaba al transporte público superficial. En agosto de 2021 se convocó a los estudiantes y transportistas del país a registrarse. Entre los requisitos solicitados estaba presentar la cédula y escanear la huella digital para la obtención del código QR. Para el registro se realizaron varias jornadas en estaciones del Metro de Caracas y en otros estados como Miranda, Carabobo y Aragua.
En septiembre de 2021, como parte del relanzamiento de la Gran Misión Transporte, Maduro habló una vez más de implementar el pago digital del pasaje urbano, esta vez para el público general. En esa oportunidad, durante una transmisión del canal Venezolana de Televisión, el mandatario insistió en que una de las modalidades de pago y cobro funcionaría a través del escaneo de un código QR que los usuarios podrían imprimir en físico o tener guardado en sus celulares.
En marzo de 2022 el entonces ministro de Transporte, Hipólito Abreu, relanzó el mismo plan y dijo que “el cobro electrónico del pasaje a través del QR ya era una realidad para fortalecer el bolívar digital”. Un mes después, en abril, el vicepresidente de Fontur, Guillermo Eloy Sulbarán Castillo, aseguró que en más de 90 % del país el cobro y pago del pasaje en el transporte público se realizaba de forma digital.
Un plan poco conocido por los usuarios
Alan Rodríguez es sociólogo, tiene 24 años de edad y vive en Caricuao, en el municipio Libertador de Caracas. Cuatro veces a la semana se levanta a las 5:00 a.m. y atraviesa la ciudad en transporte público para llegar al municipio Chacao, en el estado Miranda, donde cursa un diplomado. Para este mes de octubre gasta a diario 12 bolívares en transporte, equivalentes a 1,4 dólares a la tasa oficial.
Rodríguez oyó por primera vez sobre el sistema de pago VeTicket a través de un amigo. Pensó que era una opción práctica por lo engorroso que le resulta a veces conseguir bolívares en efectivo, pero aún así no se aventuró a averiguar más al respecto. “Entiendo que se puede cancelar la tarifa con el teléfono, pero no he visto a nadie pagando el pasaje con su celular. Las calcomanías tampoco ofrecen detalles. Si yo que soy joven no lo tengo claro, imagínate los adultos mayores”, dice.
El VeTicket se promociona como “un sistema de cobro de pasaje automatizado, eficiente y seguro que permite a los usuarios del transporte público multimodal cancelar su pasaje a través del uso de un código QR”, según refiere la cuenta en Twitter @T_TicketVzla. En ese mismo mensaje del 17 de octubre pasado señalan que con este método, “se elimina el cobro en efectivo”.
“Muy bueno el pago virtual para solventar el tema del efectivo aunque yo dudaría en sacar mi teléfono en una camioneta porque nunca se sabe si uno se lleva mal rato”, opina José Mujica, habitante de los Valles del Tuy, en el estado Miranda, que trabaja como vigilante en Catia.
Aurimar Vega, estudiante de contaduría de 23 años de edad, también piensa que la digitalización del pago de pasaje es una buena propuesta. Ella vive en Santa Teresa del Tuy (Miranda) y gasta lo equivalente a 5 dólares semanales en pasaje.
En la camioneta que la traslada desde Los Valles del Tuy hasta Nuevo Circo, en Caracas, le cobran 12 bolívares y no siempre puede conseguir efectivo, pese a que la disponibilidad de billetes en la banca parece haberse aliviado desde que la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) autorizó desde principios de agosto a las agencias a dispensar un monto máximo de hasta 500 bolívares por medio de los cajeros automáticos. En el sector en el que vive los cajeros están dañados y las colas para retirar por taquilla son extensas en las escasas agencias que siguen abiertas. Su experiencia no constituye un hecho aislado: de acuerdo con datos de Fetrabanca, 450 sucursales bancarias han cerrado sus puertas en los últimos cuatro años. Por esa razón a Aurimar no le queda más alternativa que buscar los bolívares en Caracas.
Sin embargo, Vega no cree que este nuevo mecanismo sea una solución a largo plazo para evitar la especulación que, a su juicio, existe con las tarifas, especialmente en rutas suburbanas, aún cuando el programa menciona entre sus ventajas que los usuarios podrán pagar “exacto y sin inconvenientes”.
En Venezuela la responsabilidad de establecer las tarifas del transporte público superficial recae en los gobiernos locales (alcaldías), sin embargo, en la práctica los gremios de transportistas suelen ajustar los montos unilateralmente. “Antes 20 bolívares en efectivo me alcanzaban para movilizarme, pero ahora debo sacar 50 bolívares o más solo para trasladarme dos veces por semana a Caracas”, expresa la joven sobre el aumento de la tarifa urbana a Bs. 3 por viaje que los transportistas fijaron en agosto pasado.
Crónica.Uno realizó un recorrido por varias paradas de autobuses en la Gran Caracas a mediados de julio para consultar a más usuarios sobre este método de pago. De nueve personas entrevistadas, siete afirmaron que no lo conocían, pese a que el Ministerio de Transporte señaló que en la actualidad han desplegado jornadas para incentivar el uso de la aplicación “mediante charlas y operativos de registro, donde se otorga el código QR generado por la Plataforma Patria, desde el perfil del ciudadano”.
Quienes sí habían oído hablar de este mecanismo manifestaron no tener suficiente información sobre cómo funciona o qué deben hacer para usarlo.
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