El presidente Donald Trump amenaza con deportar a Elon Musk, quien permanece incólume, atacando agresivamente el proyecto de ley de gastos que Trump ha calificado como «bellísima», la cual debería aprobarse en el Senado antes del 4 de julio, fecha patria de Estados Unidos.
Poco duró la tregua entre ambos, luego de que Elon Musk se disculpara públicamente con Donald Trump por acusarlo de estar entre los implicados en el escándalo de pedofilia de Jeffrey Epstein. Ahora, ante la posibilidad de que la polémica ley de gastos se apruebe en el Senado, gracias a los votos republicanos, Elon Musk ha asegurado en su cuenta de X que va a fundar un nuevo partido político, debido a que el enorme gasto del proyecto de ley indica que vivimos en un país de partido único:» Es hora de un nuevo partido político que realmente se preocupe por la gente”, escribió en su cuenta de X. Musk es ciudadano estadounidense y puede fundar un partido político sin ningún problema.
Musk criticó el “gasto demencial” del proyecto de ley
Elon Musk también criticó el “gasto demencial” del proyecto de ley, en particular la medida que aumenta el límite de la deuda en 5 billones de dólares.

«¡El último borrador del proyecto de ley del Senado destruirá millones de empleos en Estados Unidos y causará un inmenso daño estratégico a nuestro país!»… «Totalmente descabellado y destructivo. Otorga ayudas a industrias del pasado mientras perjudica gravemente a las del futuro». Agregando que los legisladores que están a favor de recortar el gasto público «¡deberían avergonzarse!».
Y amenazó a los republicanos diciéndoles que «perderán las elecciones intermedias el año que viene, aunque sea lo último que haga en este mundo», refiriéndose a las elecciones que se realizan cada dos años, a mitad del mandato presidencial, para elegir a los 435 parlamentarios de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 del Senado. Una elección que se considera la más importante, después de la presidencial, porque se transforma en una suerte de termómetro de la opinión pública sobre el gobierno y los dos partidos políticos de EE.UU.
Hasta ahora, la discusión del proyecto de ley sigue estancada en el limbo y va para su cuarto día de debate en el Senado, algo que los republicanos se esfuerzan por conseguir para cumplir con el plazo autoimpuesto del 4 de julio.
Uno de los mayores puntos de controversia en torno al megaproyecto de ley es el destino de Medicaid, el seguro que sufrirá un recorte de aproximadamente un billón de dólares y dejará sin beneficiarios a unos 11,8 millones de personas durante la próxima década. Todo esto sumado al recorte de 300.000 millones de dólares a los cupones de alimentos, lo que supone un duro golpe para los pobres.
El Cooperante/RDN