La explosión en centro comercial Mall del Sol estremeció a Guayaquil la noche del martes, dejando una escena de caos, dolor y profunda incertidumbre. Un coche bomba, activado en plena zona comercial, provocó una detonación que se escuchó a kilómetros de distancia. Las autoridades confirmaron la muerte de un taxista que trabajaba en el área, mientras varios heridos fueron trasladados a centros asistenciales.
Videos del momento exacto circulan en redes sociales, mostrando el pánico de los presentes y el impacto de la explosión. Las imágenes revelan cómo el fuego envolvió vehículos cercanos, mientras los gritos de los testigos rompían el silencio nocturno. La explosión en centro comercial no solo dejó daños materiales, sino también una herida emocional en la comunidad.
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El Ministerio del Interior activó un operativo especial para investigar el origen del atentado. Aunque no se ha confirmado la autoría, se presume que grupos delictivos estarían detrás del ataque. La explosión en centro comercial ha reavivado el debate sobre la seguridad en zonas urbanas y la vulnerabilidad de espacios públicos.
Familiares del taxista fallecido exigen justicia. Su historia, marcada por esfuerzo y dedicación, se convirtió en símbolo del dolor colectivo. En paralelo, comerciantes del Mall del Sol evalúan las pérdidas y el impacto económico que deja este acto violento.
La ciudadanía, aún conmocionada, exige respuestas claras. Mientras tanto, el gobierno ha reforzado la vigilancia en centros comerciales y zonas de alto tránsito. La explosión en centro comercial se suma a una serie de hechos violentos que han sacudido a Ecuador en los últimos meses.
Este atentado no solo pone en evidencia la fragilidad de la seguridad urbana, sino también la urgencia de políticas efectivas. La explosión en Guayaquil quedará marcada como uno de los episodios más dolorosos del año.
