El evangelista Guilherme Batista compartió un testimonio impactante sobre su ministerio en una escuela problemática, donde 278 estudiantes aceptaron a Jesús, y es que durante la evangelización, la policía llegó a la escuela, pero no pudo intervenir debido al poder del Espíritu Santo. Este momento marcó un punto de inflexión en la vida de los estudiantes.
Guilherme Batista describió la escuela como una de las más problemáticas de su ciudad, donde incluso siete personas llevaban tobilleras ese día. Sin embargo, al momento de la intervención policial, se sintió impulsado a seguir predicando ya llamar a los estudiantes a entregar sus vidas a Jesús. Este acto de fe y convicción fue crucial para el desarrollo de los eventos.
En el momento crítico, Guilherme invitó a los estudiantes a dejar atrás sus vidas erradas y acercarse a Dios. Les pidieron que levantaran sus asientos si deseaban un encuentro poderoso con Dios, prometiendo que podrían cambiar sus vidas y dejar atrás el crimen y las drogas. Esta llamada resonó profunda y rápidamente entre los estudiantes.
La respuesta de los estudiantes fue abrumadora, con 278 de ellos acercándose para comprometerse con Jesús. A pesar de la presencia policial, el Espíritu Santo pareció proteger el evento, permitiendo que la evangelización continuara sin interrupciones.
“Había unas 300 personas escuchándome ese día, 278 estaban al frente entregando su vida a Jesús”, dijo el evangelista.
“Cuando levanté la vista, todos lloraban, ¿y dónde estaban los policías? El director dijo: ‘Ambos están en mi oficina llorando’”, añadió.
Cuando llegó al lugar, Guilherme se reunió con los dos policías y les preguntó el motivo de su presencia en la escuela.
“Recibimos una orden judicial que decía que había una manifestación religiosa en la escuela y que debíamos acudir a intervenir. Pero al llegar, nos preguntamos: ‘¿Cómo vamos a detener esto?’”, dijo el soldado.
“Intentamos parar y entonces miré a mi amigo y estaba llorando. Así que le dije: ‘No podemos seguir llorando donde están todos”, agregó.
Guillerme relató que el Espíritu Santo se movió con poder durante la actividad, y aunque hubo oposición, la obra de Dios no se detuvo, “En ese preciso instante, el Espíritu Santo de Dios me habló al corazón: ‘Es imposible detener lo que decido hacer en algún lugar. Es imposible detener lo que Dios decide hacer en algún lugar’”, expresó.
“¡Es imposible detenerlo! Miren lo que Dios hizo en el ministerio de uno de nuestros amigos, Guilherme Batista. Cuando Dios decide hacer algo, en cualquier lugar, no hay enemigo, policía, gobierno ni nadie que pueda interferir”, compartieron en Instagram.
Batista expresó su gratitud por un día excepcional, donde vio el poder del Espíritu Santo transformando vidas en las escuelas. Afirmó que las escuelas del mundo serán tocadas por el Espíritu Santo, lo cual refleja su visión para el futuro de su ministerio. Esta declaración expresa su confianza en la obra divina.
En los comentarios de la publicación, muchos usuarios alabaron a Dios por el testimonio compartido y animaron a Guilherme a seguir adelante con su misión en las escuelas. Sus palabras de ánimo reflejaron el impacto positivo que tiene el ministerio evangelístico en la vida de las personas.
Biblia Todo/RDN