La presencia militar en el Caribe se ha intensificado tras nuevas declaraciones de la Casa Blanca contra el presidente venezolano Nicolás Maduro. Karoline Leavitt, portavoz oficial, aseguró que Donald Trump lo considera un mandatario ilegítimo, vinculado al narcotráfico hacia Estados Unidos. “No lo vamos a tolerar más”, advirtió en rueda de prensa.
Este pronunciamiento ocurre en medio de una escalada de tensiones entre Washington y Caracas. Trump confirmó esta semana que autorizó operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano. Además, las fuerzas militares estadounidenses mantienen una presencia ampliada en el Caribe, lo que ha generado preocupación en la región.
Leavitt afirmó que la administración de Maduro ha traficado drogas durante demasiado tiempo. Según sus palabras, el presidente estadounidense cree que el gobierno venezolano representa una amenaza directa para la seguridad nacional. La presencia militar en el Caribe, por tanto, responde a una estrategia de contención.
LEA TAMBIEN: Tensión en el Caribe: Nuevo ataque letal sacude costas venezolanas y deja seis muertos anuncia Trump (VIDEO) presencia militar en el Caribe
En Venezuela, las reacciones no se hicieron esperar. Voceros del gobierno de Maduro rechazaron las acusaciones y calificaron las acciones de EE. UU. como provocaciones. Aseguran que la presencia militar busca justificar una posible intervención.
Mientras tanto, analistas internacionales advierten que este tipo de declaraciones podrían escalar el conflicto diplomático. La región ya enfrenta desafíos económicos y sociales, y una confrontación directa solo agravaría la situación. La presencia militar en el Caribe, según expertos, debe ser monitoreada con cautela.
Por otro lado, sectores opositores en Venezuela consideran que las acciones de Trump podrían debilitar al gobierno. Sin embargo, también temen que la población civil sufra las consecuencias de una escalada militar. La presencia militar, aunque estratégica, genera incertidumbre.
Finalmente, Leavitt reiteró que Estados Unidos no permitirá que el narcotráfico siga operando desde Venezuela. La postura de Trump se endurece, y la región observa con atención cada movimiento. La presencia militar en el Caribe se convierte en símbolo de una nueva fase de presión internacional.