Crisol Marín nunca dejó de buscar a su hija Crisbel, desaparecida en la tragedia de Vargas. Ahora, un retrato generado con inteligencia artificial renueva su esperanza.
Durante 26 años, esta madre recorrió caminos imposibles. Además, enfrentó silencios oficiales y apeló a la memoria colectiva para encontrar a la niña que perdió en 1999.
Crisbel tenía solo nueve años cuando las lluvias arrasaron Carmen de Uria. Aunque su familia paterna murió, ella podría haber sobrevivido y estar viva.
Recientemente, Crisol recibió información que cambió todo: un militar habría rescatado a su hija y la entregó en adopción en el estado Barinas.
Por esa razón, ella decidió usar tecnología para reconstruir el rostro de Crisbel. El retrato generado con inteligencia artificial muestra cómo luciría hoy, a los 35 años.
Retrato generado con inteligencia artificial moviliza redes sociales en Venezuela
La imagen se viralizó rápidamente. De hecho, miles de usuarios compartieron la publicación, impulsaron una campaña de búsqueda y tocaron corazones en todo el país.

Crisol presentó denuncias ante el Cicpc y la Fiscalía. Sin embargo, ninguna institución le ofreció respuestas concretas, por lo que recurrió a las redes sociales.
La historia despertó una oleada de solidaridad. Por ejemplo, personas en Barinas ofrecieron ayuda, mientras otros difundieron el retrato en grupos comunitarios y medios digitales. retrato generado con inteligencia artificial
Aunque el caso estuvo estancado por décadas, ahora cobra fuerza. La tecnología se convierte en aliada emocional, conecta pasado y presente con una imagen poderosa.
Cada detalle del retrato refleja el amor de una madre que nunca se rindió. Además, la inteligencia artificial potencia la memoria y la esperanza.
Crisol insiste: “No quiero culpar, solo quiero saber si mi hija está viva. Si alguien la conoce, que me ayude a encontrarla”.
La campaña continúa. En consecuencia, el retrato generado con inteligencia artificial se transformó en símbolo de fe, resiliencia y deseo profundo de reencontrarse.
Esta historia recuerda que detrás de cada dato hay un rostro, y detrás de cada rostro, una vida que merece ser encontrada y abrazada.





