Por: Enrique Parra
La dimensión ideológica del neofascismo está determinada por los rasgos originarios del fascismo: ultraconservadurismo de extrema derecha, autoritarismo, supremacía racial, elitismo, clasismo, exclusión social, aporofobia, desideologización, desnacionalizacion, neoliberalismo, antifeminismo, homofobia, dominación bélica, control demográfico, genocidio, quebrantamiento de la ética política.
Cabe advertir que los neofascistas en el mundo y en particular en América Latina intensifican su activismo político, involucrándose en la dinámica de la evolución democrática de los gobiernos legítimos.
Praxis política que responde a la consecución del objetivo estrategico de alcanzar el poder político, complementado con la táctica proselitista de denunciar y problematizar las contradicciones incompatibles con las instituciones democráticas, la inestabilidad económica y la ineficiencia en los alcances del bienestar social.
Es así como esa amenaza política a la democracia y a la humanidad se configura en el señalado contexto sociopolítico, ya que resulta fértil a la dirigencia neofascista para la procura de adeptos.
En razón de lo cual despliegan la expresividad social, el discurso, el sentido de la política y su cultura en procesos de prácticas sociales desideologizadora y desnacionalizadora justificadas con propuestas programática difusas, sigilosas de cambio social a la voz de liderazgos lego, ególatras, díscolos, cuestionadores sin rigurosidad intelectual e inoculantes de racismo y odio social.
Así se explica, la fabricación de liderazgos políticos sin arraigo popular a partir de la utilización de los medios de comunicacion, redes sociales (bots), cuantioso financiamiento transnacional y la consagración de los mismos por jerarcas complotados del mundo occidental.
Asimismo, auspician agrupaciones políticas suigéneris conformadas por dirigentes sociológicamente anomicos, con mentalidades colectivas más emotivas (sentimiento de odio) que institucionales.
Con concurrencia en lo expresado, grupos político con perfil y evidente comportamiento neofascista utilizan la coyuntura electoral Presidencial del 28 de julio en Venezuela, para intentar hacerse con el poder político.
Con esa pretensión, los militantes del neofascismo han abanderando desde la agrupación política plataforma unitaria democrática (pud), la cenacular e insólita candidatura de EGU en medio de una campaña electoral irregular, fría, apática y signada por la estratégica confusión ante la falta de liderazgo.
No obstante, en respuesta al indeseado fantasma político que apuesta por resucitar en Venezuela, el Pueblo en ejercicio pleno de la Soberanía Popular mediante el poder democrático del voto libre, directo, universal y secreto derrotará una vez más la intentona.
Maracaibo, 21/07/2024