Es una de esas especias que de tan presente que está en la cocina apenas se repara en ella. Es barata, abundante, disponible durante todo el año y útil para muchos platos, lo que lleva a que no se considere esta herbácea perenne aromática más allá que su función como condimento. Pero lo cierto es que la ciencia ya ha empezado a constatar beneficios que sorprenderán a muchos.
El orégano que más se consume es el de hoja seca, procedente de la planta Origanum vulgare, una planta vivaz nativa fundamentalmente de la zona mediterránea, lo que explica su abundante cultivo y consumo en España, Grecia o Italia. Sin duda lo asociamos a uno de los ingredientes estrella de la pizza pero también a otras muchas recetas de carnes o legumbres dado su potencial aromático.
El interesante y variado valor nutricional del orégano también es un gran desconocido. Proteínas, minerales (hierro, calcio, potasio, magnesio, zinc, fósforo…), vitamina A y dos compuestos un poco más peculiares y extraños que explican algunas de las enfermedades que puede combatir: el timol y el carvacrol.
El timol es un monoterpeno que se halla como compuesto principal de varios aceites esenciales, entre ellos el orégano y el tomillo. En el caso del primero, ha demostrado su «buen desempeño in vitro» como antimicrobiano y desinfectante. Por su parte, el carvacrol es el fenol más presente en dicho aceite, sustancia que es la base de buena parte de la investigación científica sobre esta especia.
Causadas por bacterias: salmonelosis
Uno de los descubrimientos más relevantes en la investigación alimentaria con respecto al orégano ha sido su potente actividad antimicrobiana, en especial en lo relacionado con bacterias causantes de enfermedades grastointestinales, entre ellas una de las más comunes: la infección por Salmonela o Escherichia coli.
Causadas por hongos: candidiasis
La Candida albicans, conocida coloquialmente como candidiasis,se encuentra en la flora microbiana normal de las personas, principalmente en el tracto gastrointestinal, mucosa orofaríngea y genital femenina. Se transmite a través de la piel, las mucosas y por vía parenteral. Principalmente, afecta a las mucosas, sobre todo a la genital femenina, siendo el principal agente responsable de candidiasis vaginal, que afecta hasta al 75 por ciento de las mujeres.
Para estudiar el efecto del orégano sobre este hongo se ha evaluado tanto la actividad antimicrobiana de los componentes aislados como la de su aceite esencial. Los fenoles carvacrol y timol, presentes en dosis destacables en el aceite esencial, poseen los niveles más altos de actividad contra estos microorganismos.
Ciertos tipos de cáncer
Entre la actividad biológica que se ha identificado en los componentes del orégano destaca la antioxidante, capaz de proteger a las células contra el daño oxidativo, que provoca no solo envejecimiento sino enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer. En este sentido, la ciencia ha constatado que ciertos monoterpenos presentes en el aceite esencial son inhibidores efectivos de la carcinogénesis, es decir, el proceso por el cual se produce el cáncer.
Se han demostrado los efectos del tectol y la lipsidoquinona en lo que respecta a la «inhibición in vitro contra células humanas» de leucemia promielocítica, leucemia linfoblástica aguda y cáncer ovárico.