Un tatuaje rojo y una serie de objetos encontrados en su hogar llevaron a las autoridades a identificar a Christina Stokes, una mujer de 45 años, como la presunta responsable de producir y compartir videos explícitos en los que se muestra que cometió el delito de abusar sexualmente de un perro de raza Gran Danés.
Según informó PEOPLE, la investigación comenzó en septiembre de 2024, cuando la policía de Edmond, Oklahoma, recibió un reporte sobre un video de 15 minutos publicado en un sitio web pornográfico. En el video, una mujer interactuaba de manera explícita con un perro marrón, lo que desató una investigación que culminó con el arresto de Stokes el 27 de febrero de 2025.
Un portavoz de la policía de Edmond declaró que el caso lo catalogaron como una prioridad debido a la naturaleza del delito y a la posibilidad de que existieran más víctimas o contenido similar aún no identificado. Además, se solicitó la colaboración de expertos en ciberdelincuencia para rastrear el origen y la difusión del material en plataformas en línea, con el objetivo de determinar si la acusada actuó sola o si tenía algún tipo de conexión con redes dedicadas a la producción y distribución de contenido ilegal.
Detalles de los videos y la investigación policial
De acuerdo con el medio PEOPLE, los investigadores descubrieron que el video inicial no era el único material de este tipo. Durante la pesquisa, se identificó otro video similar compartido en una plataforma pornográfica distinta. En ambos casos, la mujer aparecía usando ropa específica, como pantalones sin entrepierna, una máscara parcial en el rostro y calcetas altas de color rosa y blanco. Además, en las grabaciones se observaba al perro lamiendo la lengua y el interior de la boca de la mujer, así como otras interacciones explícitas que las autoridades calificaron como actos de crueldad animal y delitos contra la naturaleza.
Un elemento clave en la identificación de la sospechosa fue un tatuaje rojo visible en los videos. Este detalle permitió a los investigadores rastrear un perfil de Facebook que, según la policía, pertenecía a Christina Stokes. En dicho perfil, se encontraron fotografías del mismo perro que aparecía en las grabaciones, lo que reforzó la conexión entre la mujer y los actos documentados.
Evidencia encontrada en el domicilio de la acusada
El pasado 27 de febrero, las autoridades ejecutaron una orden de cateo en la residencia de Stokes. Según el informe obtenido por PEOPLE, durante el registro se hallaron varios objetos que coincidían con los elementos visibles en los videos, como un collar azul para perro, calcetas altas y sábanas similares a las que se veían en las grabaciones. Estos hallazgos los consideraron pruebas clave para sustentar las acusaciones en su contra.
Además de los objetos físicos, la policía confiscó dispositivos electrónicos que podrían contener más evidencia de la producción y distribución del material. Los investigadores han indicado que se están analizando los archivos digitales recuperados para determinar si existen más grabaciones o si hubo algún tipo de intercambio con otros individuos a través de plataformas en línea.
La respuesta de la acusada
Cuando la interrogaron por la policía, Stokes negó inicialmente haber producido los videos o haber abusado de su perro. Sin embargo, según el informe citado por PEOPLE, su respuesta cambió tras una pausa de 10 segundos. En ese momento, la mujer declaró: “No puedo decir que no haya existido un interés”, lo que las autoridades interpretaron como una admisión implícita de su inclinación hacia este tipo de actos.
Las autoridades también han señalado que, hasta el momento, no hay indicios de que otras personas hayan participado en la producción de los videos, aunque la investigación sigue en curso.
Cargos presentados y situación legal
Tras su arresto, a Christina Stokes la trasladaron al centro de detención de Edmond, donde enfrenta múltiples cargos, entre ellos por abusar sexualmente del perro y la publicación o distribución de material obsceno, crueldad animal y delitos contra la naturaleza. Hasta el momento, no se ha informado si la acusada ha presentado una declaración formal de culpabilidad o inocencia. Además, su expediente judicial público no incluye información sobre la designación de un abogado defensor.
Las leyes de Oklahoma establecen penas severas para los delitos de crueldad animal y los llamados “delitos contra la naturaleza”, los cuales pueden incluir sentencias de prisión y multas significativas. En este sentido, el caso de Stokes podría sentar un precedente en cuanto a la aplicación de estas normativas en casos relacionados con contenido explícito distribuido en plataformas digitales.
INFOBAE/RDN